domingo, 5 de mayo de 2013

Origen y evolución del cine



El cine es una técnica de proyectar fotogramas en una secuencia rápida que simula el movimiento. La palabra cine, viene del griego y significa movimiento.
El origen del cine se remonta al 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos Lumière, proyectaron imágenes en movimiento frente a una audiencia. El suceso provocado por el invento, llevó a una rápida evolución del mismo, y para 1899, ya se había producido un filme de 15 minutos. También produjeron una serie de cortometrajes documentales que tuvieron gran éxito en su momento, con temáticas como obreros a la salida de una fábrica, un jardinero regando el césped, la olas rompiendo en la orilla. Su cortometraje más impresionante fue el de un tren del correo avanzando hacia el espectador, lo que producía gran conmoción en el público.
En 1896, el ilusionista francés Georges Méliés, demostró ya en el origen del cine, que este instrumento servía no sólo para reproducir la realidad, sino que podía falsearla, con lo que surgió el cine de una sola bobina.
Méliés rodó el primer filme de larga duración, de quince minutos, “El caso Dreyfus” (1899) y en 1900, filmó “Cenicienta” de 20 escenas. Pero sus filmes más notables son “Viaje a la luna” de 1902, “Alucinaciones del barón de Münchhausen”, donde experimenta con los trucos fotográficos. Descubrió que si se detenía la cámara en medio de una toma y se reorganizaban los elementos de la escenografía, antes de continuar, se podía crear la ilusión del movimiento de objetos, o la desaparición, entre otros. También experimentó con superposiciones, retrocediendo la película antes de comenzar la siguiente toma, de forma que se superpusieran las imágenes. Sus cortometrajes obtuvieron éxito mundial inmediato.

En el estudio de Edison en Estados Unidos, Edwin S. Porter unió el estilo documental de los Lumiére y las fantasías de Méliés, para dar origen al cine de ficción. Produjo la primera película norteamericana de interés, “Asalto y robo de un tren” en 1903, con una duración de 8 minutos. Incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en distintos momentos y locaciones, componiendo una unidad narrativa.
Entre 1909-1912, Motion Picture Patentes Company (MPPC), controlaba todos los aspectos de la flamante industria del cine. Este grupo de productores limitó la duración de las películas, que podían tener una o dos bobinas. Esta agrupación fue disuelta en 1912, permitiendo a las compañías independientes producir sus películas y exhibirlas, lo que permitió la difusión del cine europeo de calidad en Estados Unidos.
Para 1912, el cine italiano era el más poderoso, con 717 producciones. Esto provocó la reacción de los productores norteamericanos, que aumentaron la duración de las películas y otorgaron mayor libertad a los directores. Esto motivó una expansión del cine norteamericano.
Entre 1915-1920, las salas de cine norteamericanas se multiplicaron, y la industria cinematográfica se trasladó a Hollywood en Los Ángeles, donde productores independientes fundaron sus propios estudios. (Thomas Harper Ince, Cecil B. De Mille, Mack Sennett).
La demanda creciente fue cubierta con cientos de películas al año, en su mayoría, westerns, comedias de pastelazos y melodramas elegantes.
La industria apareció en Francia de manos de dos empresarios: Charles Pathé y León Gaumont, que arruinaron a Méliès. Y pronto el cine adquirió entidad como “teatro filmado”, gracias también a la corriente del Film d'art. El género histórico italiano fue sustituido por los dramas sociales; mientras, el cine norteamericano se empezaba a desarrollar en Hollywood gracias a las primeras productoras y los maestros que establecieron el lenguaje del arte de las imágenes, especialmente David Wark Griffith. Con todo, hubo antecedentes en Inglaterra -la Escuela de Brighton intuyó la sintaxis del naciente Séptimo Arte- y en los países nórdicos, después con el maestro Dreyer a la cabeza.
La Primera Guerra Mundial desplazó la preeminencia europea a los Estados Unidos. Aun así, Alemania dio a luz en los años veinte una de las corrientes más importantes: el expresionismo. Al mismo tiempo, Francia destacaba con las primeras vanguardias -impresionista y el surrealismo- y la entonces Unión Soviética creaba una gran escuela, con el genial Eisenstein como principal figura. En esos años también se consolidaría Hollywood como Meca del Cine, con los primeros albores del cine “sonoro” y maestros del género cómico tan relevantes como Charles Chaplin y Buster Keaton. También el documental tuvo maestros como Robert Flaherty.
Los años treinta, a pesar de la Depresión, gozó de una época dorada en Estados Unidos: se desarrolla el film “parlante”, la comedia y el género musical… y, finalmente, el color. Las películas de Frank Capra, retrataron como pocas aquélla época de crisis. Y John Ford logró la renovación del género western. En Francia, la vanguardia del realismo poético tuvo a Jean Renoir y René Clair como cabezas de fila.



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