El cine es una técnica de proyectar fotogramas en una
secuencia rápida que simula el movimiento. La palabra cine, viene del griego y
significa movimiento.
El origen del cine se remonta al 28 de diciembre de 1895,
cuando los hermanos Lumière, proyectaron imágenes en movimiento frente a una
audiencia. El suceso provocado por el invento, llevó a una rápida evolución del
mismo, y para 1899, ya se había producido un filme de 15 minutos. También
produjeron una serie de cortometrajes documentales que tuvieron gran éxito en
su momento, con temáticas como obreros a la salida de una fábrica, un jardinero
regando el césped, la olas rompiendo en la orilla. Su cortometraje más
impresionante fue el de un tren del correo avanzando hacia el espectador, lo
que producía gran conmoción en el público.
En 1896, el ilusionista francés Georges Méliés, demostró ya
en el origen del cine, que este instrumento servía no sólo para reproducir la
realidad, sino que podía falsearla, con lo que surgió el cine de una sola
bobina.
Méliés rodó el primer filme de larga duración, de quince
minutos, “El caso Dreyfus” (1899) y en 1900, filmó “Cenicienta” de 20 escenas.
Pero sus filmes más notables son “Viaje a la luna” de 1902, “Alucinaciones del
barón de Münchhausen”, donde experimenta con los trucos fotográficos. Descubrió
que si se detenía la cámara en medio de una toma y se reorganizaban los
elementos de la escenografía, antes de continuar, se podía crear la ilusión del
movimiento de objetos, o la desaparición, entre otros. También experimentó con
superposiciones, retrocediendo la película antes de comenzar la siguiente toma,
de forma que se superpusieran las imágenes. Sus cortometrajes obtuvieron éxito
mundial inmediato.
En el estudio de Edison en Estados Unidos, Edwin S. Porter
unió el estilo documental de los Lumiére y las fantasías de Méliés, para dar
origen al cine de ficción. Produjo la primera película norteamericana de
interés, “Asalto y robo de un tren” en 1903, con una duración de 8 minutos.
Incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en distintos momentos
y locaciones, componiendo una unidad narrativa.
Entre 1909-1912, Motion Picture Patentes Company (MPPC),
controlaba todos los aspectos de la flamante industria del cine. Este grupo de
productores limitó la duración de las películas, que podían tener una o dos
bobinas. Esta agrupación fue disuelta en 1912, permitiendo a las compañías
independientes producir sus películas y exhibirlas, lo que permitió la difusión
del cine europeo de calidad en Estados Unidos.
Para 1912, el cine italiano era el más poderoso, con 717
producciones. Esto provocó la reacción de los productores norteamericanos, que
aumentaron la duración de las películas y otorgaron mayor libertad a los
directores. Esto motivó una expansión del cine norteamericano.
Entre 1915-1920, las salas de cine norteamericanas se
multiplicaron, y la industria cinematográfica se trasladó a Hollywood en Los
Ángeles, donde productores independientes fundaron sus propios estudios.
(Thomas Harper Ince, Cecil B. De Mille, Mack Sennett).
La demanda creciente fue cubierta con cientos de películas
al año, en su mayoría, westerns, comedias de pastelazos y melodramas elegantes.
La industria apareció en Francia de manos de dos
empresarios: Charles Pathé y León Gaumont, que arruinaron a Méliès. Y pronto el
cine adquirió entidad como “teatro filmado”, gracias también a la corriente del
Film d'art. El género histórico italiano fue sustituido por los dramas
sociales; mientras, el cine norteamericano se empezaba a desarrollar en
Hollywood gracias a las primeras productoras y los maestros que establecieron
el lenguaje del arte de las imágenes, especialmente David Wark Griffith. Con
todo, hubo antecedentes en Inglaterra -la Escuela de Brighton intuyó la
sintaxis del naciente Séptimo Arte- y en los países nórdicos, después con el
maestro Dreyer a la cabeza.
La Primera Guerra Mundial desplazó la preeminencia europea a
los Estados Unidos. Aun así, Alemania dio a luz en los años veinte una de las
corrientes más importantes: el expresionismo. Al mismo tiempo, Francia
destacaba con las primeras vanguardias -impresionista y el surrealismo- y la
entonces Unión Soviética creaba una gran escuela, con el genial Eisenstein como
principal figura. En esos años también se consolidaría Hollywood como Meca del
Cine, con los primeros albores del cine “sonoro” y maestros del género cómico
tan relevantes como Charles Chaplin y Buster Keaton. También el documental tuvo
maestros como Robert Flaherty.
Los años treinta, a pesar de la Depresión, gozó de una época
dorada en Estados Unidos: se desarrolla el film “parlante”, la comedia y el
género musical… y, finalmente, el color. Las películas de Frank Capra,
retrataron como pocas aquélla época de crisis. Y John Ford logró la renovación
del género western. En Francia, la vanguardia del realismo poético tuvo a Jean
Renoir y René Clair como cabezas de fila.
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