martes, 19 de noviembre de 2013

TELEVISIÓN II

LENGUAJE TELEVISIVO.

El lenguaje televisivo está determinado por su naturaleza visual y auditiva. En ella, se conjugan el lenguaje visual o imágenes (lenguaje del cine), el lenguaje auditivo verbal y no verbal (lenguaje radiofónico) y el lenguaje periodístico, sobre todo, en las informaciones (noticias, reportajes, etc.).
Si reconocemos cierto orden y reglas que rigen la puesta del mensaje televisivo, heredados de los lenguajes ya mencionados y adaptados a su condición de producción, estamos en presencia de ciertas gramáticas y sintaxis que constituyen el lenguaje. Para poder comprender cómo funcionan los programas, debemos conocer cómo se articulan. He aquí algunas herramientas para su comprensión.
Algunas características generales del lenguaje televisivo:
Fragmentación: los distintos programas pierden autonomía por la franja publicitaria. Los programas en general están pensados para ser presentados en bloques, si bien ellos son parte de un todo, deben considerar su valor como unidad, al presumir la incorporación de televidencia, que requiere de resúmenes o reiteraciones de contenidos en bloques anteriores, para capturar su atención.
Apertura o falta de cierre: no concluye nunca, es el propio espectador quien determina la duración del mensaje. La práctica del “zaping”, las transmisiones permanentes y la repetición, son condiciones materiales de la relación entre el medio y el televidente.
Espectacularidad: su ingrediente esencial es el espectáculo. Es la relación de un espectador expuesto a la exhibición de una escena. Una relación donde el espectador concurre al llamado, por diversas fuentes de interés, intención y voluntad, a la entrega de puestas en escena, en las que se sostienen o alimentan varias formas de lenguaje. La espectacularidad está situada como una forma exacerbada de ciertos elementos de estos lenguajes para una captura en el tiempo del espectador: la música, las luces, el color o su ausencia, la imagen, el ritmo, etc.
El discurso televisivo transmite códigos ideológicos tradicionales. Si revisamos las premisas reglamentarias de la televisión, nos daremos cuenta de los valores, aunque muy generales, con los cuales se construye el discurso televisivo.
Incitación al consumo. La condición de la televisión chilena, como veremos más adelante, está determinada por el financiamiento con publicidad comercial.  Al ser ésta la fuente principal de financiamiento, las empresas avisadoras tienen una alta injerencia en el tipo de programación y los modelos de audiencia a construir. Las programaciones televisivas están destinadas a competir para capturar televidencia franjeada, según edades, intereses, clasificación social, en la que los avisadores tengan mayores certezas del resultado de sus productos o servicios.
Banalización de contenidos. Al estar la televisión determinada por las condiciones de financiamiento ya expuestas, requiere de las mejores y altas televidencias. Surge así la “necesidad” de generar un discurso apreciable por todos, un mensaje que sea entendido por las grandes masas de consumidores, instala la puesta en circulación de discursos con  una mínima profundidad y máxima extensión de temas. Los avisadores no invierten en publicidad para programas de baja expectación. Programas demasiado específicos no son franjas de interés para los avisadores, prefieren una programación masiva y totalizante.
Predominio de lo emocional sobre lo racional. Los programas televisivos presentan mecanismos que se estructuran de forma narrativo-testimonial, mediante imágenes y relatos, que apuntan a un modelo lúdico-afectivo, modelo opuesto al modelo racional-analítico, basado en la lecto-escritura.
De la imagen 
El tratamiento de la imagen en televisión es heredero de las tradiciones de la cinematografía. Por ejemplo: en los formatos informativos, la imagen es fundamental para complementar la noticia periodística pues le da credibilidad al mostrar los momentos precisos en que ocurren los hechos.  También presenta una dramatización, donde el manejo de la intensidad, el tiempo y el ritmo se dirigen a la captura del televidente, provocando empatía, reacción social y personal frente a lo que está viendo. Las imágenes pueden ser más importantes que el lenguaje verbal que informa y describe los hechos.
En el caso de los programas de entretención, las imágenes favorecen el espectáculo, tornándolo más atractivo; en los programas de orientación (denuncias sociales y reportajes), las imágenes provocan en el receptor una reacción que le evoca sus problemas sociales y personales, pues ellas lo enfrentan a realidades, personas y situaciones que lo reflejan.
De la palabra en TV
Aunque la imagen posea la mayor fuerza en el mensaje televisivo, propio de soportes audiovisuales, donde el contexto y texto están determinados por la narración de la imagen y el sonido, el lenguaje verbal cumple la función de acompañamiento, que refuerza, valora, comenta e interpreta.
El mensaje verbal debe ser:
Conciso: debe entregar la información en pocas palabras, evitando las reiteraciones innecesarias.
Claro y preciso: deber ser de fácil comprensión para todo espectador.
Amplio: debe evitar el lenguaje muy especializado, ya que los contenidos se dirigen a todos los espectadores.
Dinámico: lenguaje ágil y con entonaciones diversas, para no provocar cansancio y distracción.
De la música y efectos sonoros en TV
Fundamentalmente sirven de refuerzo, contrapunto, de énfasis o continuidad a las imágenes, provocando en el receptor reacciones emocionales diversas, según su finalidad. Debido a que el receptor televisivo es diverso, heterogéneo y circunstancial (ambiente familiar o público), las señales sonoras y la música deben ser atractivas, repetitivas y sugerentes para captar su atención.

Todos los programas, desde las cortinas de iniciación de transmisiones, pasando por noticieros, transiciones, misceláneos, informativos, etc., tienen un responsable de musicalización que además de estudiar y reconocer los requerimientos de cada programa, está al tanto de las tendencias musicales imperantes y propone, cual DJ, opciones de musicalización o efectos, posibilidades que están condicionadas por la temática y el carácter narrativo de las imágenes.









FUNCIONALIDAD DE LA TELEVISIÓN.

¿Es la televisión el agente socializador más influyente en nuestra actualidad mediática? Podemos afirmar que el estudio sobre el papel socializador del medio televisivo es desde ya muy complejo. Desde su llegada, la televisión parece haberse introducido en los hogares y ha ocupado cada día un lugar más importante. Se cuestiona su papel en cuanto a la difusión de la cultura y de los valores sobre los que ésta se sustenta. Nuestra hipótesis de trabajo es que la televisión transmite valores al telespectador, influyendo en sus actitudes y su cultura, y es especialmente el serial televisivo, el género más influyente –la ficción resulta más eficaz para influir que la no ficción-. Sin embargo, hay una serie de conceptos que hay que tener en cuenta para poder en definitiva afirmar con total certeza dicha proposición. Además, nos preguntamos si los valores transmitidos pueden ser considerados positivos o si son percibidos de manera negativa.
Como dice Sánchez Noriega, “los medios tienen mucha importancia en la socialización de normas, valores y expectativas de conducta” (1997:149). Los medios, y especialmente el medio televisivo, están asumiendo un papel creciente como instrumentos socializadores en detrimento de los que comúnmente se denominan agentes tradicionales, como lo son la familia, la escuela y la Iglesia. “Los medios de masas audiovisuales e informáticos han sustituido a las instituciones que tradicionalmente habían llevado el peso del proceso socializador, instaurando nuevas formas de comunicación y de interpretación de la realidad”.
Los expertos atribuyen a la televisión una importancia considerable en la socialización de valores, normas, actitudes y opiniones. De todos modos, la televisión (TV) no es omnipotente sino que depende también de las mediaciones en torno al medio, de los grupos de pertenencia: tanto la televisión como la cultura constituyen un conjunto de mediaciones que se ponen en juego en la interacción entre la TV y la audiencia. La TV legitima y circula significados, los cuales son instruidos por otros agentes: es un medio técnico y además una institución social. Las autoras García Corona y Martín Ramos (1998) conciben que
“El peso educativo de la TV no puede atribuirse sólo al tiempo del visionado o al contexto vehiculado sino que fundamentalmente es la interacción entre el medio y el espectador en un contexto dado por lo que ejerce la acción más profunda. El verdadero mensaje de un medio viene dado por los cambios que éste produce en el entorno que se inserta, el medio es el mensaje”.
Centrándonos más precisamente en los valores y citando a Medrano, Cortés y Palacios (2009: 57), “[…] en el contexto americano algunos trabajos (Potter, 1990; Nelson, Dong y Tan, 1997) demuestran que la televisión transmite valores convencionales de la clase media americana: ser honrados, esforzarse por el trabajo, el bien que vence al mal, sentido del deber, etc., que representan a su sociedad y, a la vez, socializa a sus miembros.” No obstante, la televisión transmite también valores negativos, como actitudes egoístas, de excesiva violencia, simplificación o exageración de temas complejos como el medioambiental.
En otro orden de cosas, ciertos estudiosos consideran a la televisión como “un vehículo de información casi siempre inútil, dominado por intereses económicos y capaz de producir efectos negativos en el individuo, mucho más negativo si se trata de un niño” (Alberto Andrés, 1994). Se tiende a considerar negativamente a la televisión porque se dice que hace a la audiencia más pasiva.
Como explica Yolanda Montero Rivero en su libro Televisión, valores y adolescencia, “La televisión realiza esta función socializadora fundamentalmente mediante el entretenimiento – a través de los relatos-, pues la ficción puede ser mucho más eficaz que la no ficción a la hora de influir en las opiniones de la gente” (Montero Rivero, 2006: 21). Y concluye afirmando que el género de ficción con mayor capacidad de socialización es la telenovela. “[…] los seriales aluden a importantes sucesos de la actualidad en el mundo exterior, tratando de hacer coincidir ficción y realidad” (2006). El telespectador se identifica con los personajes.
“Se ha demostrado que los valores sociales encarnados por personajes de series de ficción televisiva, a veces, son transferidos a los telespectadores. Se han dado casos en los que un tema tratado en un serial televisivo ha conseguido mayores niveles de concientización social que las informaciones reales o las meditadas campañas de publicidad programadas al efecto.”
Aquí podemos citar como ejemplo la tira “Vidas Robadas”, que se emitió por Telefé durante los años 2008 y 2009, cuya historia se desarrolla en el marco del secuestro de mujeres por una red clandestina dedicada a la trata de personas para obligarlas a ejercer la prostitución. El programa logró concientizar a nivel masivo sobre el tema, lo cual no había sucedido hasta ese momento. Otro ejemplo es “TV por la identidad”, una serie de televisión integrada por unitarios, también emitida por Telefé, con el fin de crear en la sociedad conciencia sobre la situación de los niños que aún permanecen desaparecidos y privados de su identidad. Podemos destacar entonces que la TV no sólo entretiene sino que realiza también una socialización afectiva.
Seguimos con el desarrollo de nuestro trabajo y nos centramos ahora en la adolescencia, etapa en la que adquirimos valores y en la que determinamos nuestra identidad. Definimos identidad como el resultado de las interacciones con el entorno social, producto de las relaciones que cada individuo establece con otros individuos, instituciones o situaciones sociales. Los medios, y en especial la televisión, ocupan un papel no menor en la construcción de la identidad porque, como sostiene Montero Rivero (2006: 50), aludiendo a la consideración de McLuhan sobre los medios como extensiones del hombre durante la década de 1970, “desde que fueron inventados, [los medios] vienen acompañando y dando soporte al proceso de formación de la identidad, (…) y ofrecen patrones de comportamiento y de relación social mediante los que transmiten valores”.
Por otro lado, podemos afirmar que el adolescente es un ser en constante cambio y evolución, y que los valores también cambian de unas épocas a otras:
“(…) en nuestros días, la caída de la autoridad paterna, los nuevos roles sociales alcanzados por la madre, la disminución del tamaño de la familia, la enorme influencia de los medios de difusión social (radio, televisión, etcétera), junto con el crecimiento de las organizaciones y la burocratización de los contactos humanos, han cambiado el papel y los valores sociales dominantes de los adolescentes.”
Los adolescentes usan los medios, y en especial la televisión, para entender la sociedad; buscan modelos con los que identificarse y extraen opiniones. Según Arnett (1995) y sobre la base de un conjunto de investigación empírica, los usos que los adolescentes hacen de los medios son: entretenimiento, formación de la identidad, experimentación de sensaciones, escapismo e identificación con la cultura adolescente. De esta manera, resulta razonable decir que los medios contribuyen a la socialización de los adolescentes, entendiéndola como “el proceso por el cual los individuos, en su interacción con otros, desarrollan las maneras de pensar, sentir y actuar que son esenciales para su participación eficaz en la sociedad” (Vander Zanden, 1986: 126). El adolescente no es un ser pasivo ante la televisión, como se creía, sino que es activo, construye y reconstruye significados, interpreta y reinterpreta.
Según investigaciones realizadas en Estados Unidos, los adolescentes se involucraban como ningún otro público con los personajes y las tramas de los seriales televisivos, lo que nos permite pensar que resulta ser este tipo de programas, una influencia importante en el desarrollo del individuo. Sin ir más lejos, en Argentina podemos mencionar muchas de las producciones de Cris Morena, tales como Rebelde Way o Casi Ángeles actualmente, seriales con los que los adolescentes se identifican y siguen hasta el punto que muchos llegan a adaptar sus actividades a los horarios de su serial favorito. Generarán luego conversaciones sobre estos programas que son definidas por Barker y Andre (1996: 23) como «constitutivas de identidad, en cuanto que los jóvenes negocian a través de tales conversaciones sus entendimientos compartidos sobre cómo “continuar” en su sociedad, especialmente en lo que se refiere a las relaciones interpersonales». Son los seriales entonces utilizados para formar y clarificar ideas sobre la identidad. Sin embargo creemos que, como afirma Yolanda Montero Rivero (2006), la identificación con los sujetos de la televisión puede derivar en una pérdida de protagonismo o autonomía responsable de cada persona para ejercer su propio destino, viéndose influenciado por lo que ve en la televisión. A su vez, Medrano Samaniego y Palacios Navarro (2006) afirman que “la capacidad de influencia de la televisión no es ni tan directa, ni tan generalizada como en muchas ocasiones se prejuzga. No obstante, resulta necesario aprovechar el propio medio como instrumento de comunicación y educación de las nuevas generaciones”. Que la televisión influya positiva o negativamente, dependerá de las mediaciones más importantes de los adolescentes, pongamos, por caso, la familia.
Llegamos a un punto final en el cual sostenemos que la televisión es un medio cada vez más importante en la socialización de normas, valores y actitudes. La televisión transmite tanto valores positivos como negativos. Pero la influencia que ejerza en el individuo no va a depender tanto del contenido del medio como del contexto en el que se recibe el mensaje. Aquí entra en juego el papel de la familia y la escuela, agentes socializadores por excelencia. Si nos referimos a la adolescencia particularmente, la cual definimos como una etapa en la que adquirimos valores y somos más vulnerables, podemos determinar que los adolescentes usan los medios para extraer opiniones acerca de la vida y también para buscar modelos con los que identificarse. Es factible que los medios cumplan un papel importante en la transmisión de valores. A su vez, llegamos a la conclusión de que es mediante la ficción que los mensajes producen cambios más profundos en el espectador –más aún en el adolescente-, lo cual podríamos atribuírselo a que estos ofrecen acciones, situaciones y sucesos sociales muy parecidos a lo que es el mundo real pero sin realmente serlo.
Diversas funciones de la televisión.
La televisión, además de ser una herramienta importante en la comunicación la sociedad  mexicana se ha encargado de darle aún más importancia de la que merece, ya que en la actualidad vemos que la gran mayoría se enajena, se deja lavar el coco, se apendejan, y sobrevaloran la mala información que las cadenas televisivas se encargan de propagar jugando así con la mente débil y manejable del individuo en este país. Siendo que nosotros mismos somos los únicos responsables ya que es imposible apagar el televisor y terminar de alimentar a esos empresarios corruptos as los que les gusta alimentarse de la ignorancia del pueblo y que lamentablemente no podemos dejar de ver la mala información con la que nos tienen limitados y esclavizados.







GÉNEROS TELEVISIVOS.

Productos audiovisuales en la Industria Televisiva
Dentro de la información que transmite una estación televisora podemos encontrar diversos tipos mensajes con objetivos y fines variados; en forma de campañas en spots y cápsulas, a saber: publicidad, propaganda y relaciones públicas; mensajes de promoción, identificación y servicio social, y, por supuesto programas televisivos.
Fuentes:
[1] Spots.- Son anuncios pagados de diversa índole, publicidad, relaciones públicas o propaganda, con duración de 10 hasta 60 segundos
[2] Cápsulas.- Se refiere a segmentos pagados entre 1 y 5 minutos con temas unitarios que no pertenecen al programa pero que se insertan en él. Los casos más comunes se dan durante los segmentos comerciales de los Noticieros estelares, que hacen parecen que forman parte de él.
De campañas
Publicidad (Pc)
Se puede definir como: “una técnica de persuasión de los consumidores a través de la creación de recursos de información, esencialmente propagandísticos, que promueven las ventas de servicios y productos para un mercado”, es decir, tiene un fin lucrativo.
Propaganda (Pp)
“Es toda acción que se lleva a cabo sobre la opinión pública para conducirla hacia determinadas ideas políticas, sociales o religiosas, para conseguir el apoyo hacia un partido (o candidato), gobierno, institución religiosa, o persona en concreto”.
Relaciones Públicas (RP)
Anuncios diseñados para mantener una buena imagen de la persona, empresa o institución que se promueve para vincularse con el público y sociedad con el cual quiere servir.
Fuentes:
[1] Definición de Publicidad según Luis Antonio Rosario (1991) Comunicación y Sociedad Puertorriqueña. Iberoamericana de Ediciones Inc. Puerto Rico.
[2] Definición de Propaganda según Aguadero Fernández, Francisco. (1997:151) La cultura Audiovisual. Madrid. Editorial Ciencia 3.
De promoción, identificación y servicio social
Son anuncios que promocionan los programas propios de la estación, o estaciones del mismo grupo empresarial. Por lo general, incluyen nombre del programa, día(s) de transmisión y horario(s).
Si son canales nacionales e internacionales los promocionales tienen un triple objetivo; de servir como gancho comercial para vender espacios en esos programas a los anunciantes, para promover programas de bajo auditorio, y para que las estaciones repetidoras y proveedores de cable los bloqueen con anuncios locales.
Identificaciones (Id)
Son los mensajes que se emiten para identificar las siglas, frecuencia y frase de llamada (slogan), de una estación televisora (incluyendo las repetidoras), a solicitud expresa de la Ley de Radio y Televisión. En ellas se incluyen aspectos de mercadotecnia como logo, jingle, voz en off del locutor propio de la empresa. Cuando se trata de cadenas o estaciones de cobertura amplia se elimina la frecuencia o canal de recepción para dar pie al concepto grupal (nombre del grupo, colores, música, y slogan que lo identifique).
Servicio Social (Ss)
Es un servicio a la comunidad de información referente a: defunciones, extravíos de personas, animales o cosas, solicitud de colaboración, donaciones y auxilio público, entre otros.
Programas Televisivos (Pg)
Según la Ley de Radio y Televisión Mexicana clasifica la programación en las siguientes categorías, mismas que, aunque no se describen en dicha ley, hemos desarrollado para mejor comprensión:
1 Noticieros (N)
La filosofía del medio es la de informar, orientar, educar, entretener y servir, abarca todos los géneros periodísticos de la prensa escrita adaptada a televisión:
Informativos:
Nota, noticia, y entrevista: de pregunta y respuesta, de opinión y de semblanza.
Interpretativos:
Reportaje y crónica ó crítica: noticiosa, parlamentaria, deportiva, de sociales, local, de nota roja, cultural y literaria.
De opinión:
Editoriales, artículos de comentario, artículos de opinión.
Fuente:
Clasificación de géneros periodísticos presentada por Guillermina Baena para géneros periodísticos impresos, en Géneros Periodísticos Informativos, Ed. Pax, México, 1993.
2 Deportivos (D)
Transmisión de deportes públicos:
• Combates de boxeo, lucha libre, partidos de fútbol, baloncesto, baseball, atletismo, tenis, equitación, y otros. Se incluyen también las corridas de toros.
• Competencias mundiales, Olimpiadas, torneos, maratones, carrera de autos y otros.
• Análisis y opinión de eventos, competencias, resúmenes de los sucesos deportivos y taurinos.
3 Entretenimiento (E)
Gran parte de la programación de una estación televisora llena sus espacios con este tipo de programas, buscados por los televidentes para pasar el tiempo y divertirse:
Películas:
(Véase géneros cinematográficos.)
Series:
Miniseries, Biográfica, Suspenso, Aventuras, Melodrama.
Humorismo:
De escenas chuscas, hechos insólitos y cómico-musicales.
Concursos:
Juegos de azar, loterías y ferias.
Musicales:
Opera, comedia musical, revista musical, ballet, conciertos, videoclips. (Véase géneros narrativos del videoclip.)
Variedades:
Crítica artística, revista, magazines, entrevistas y comentarios picantes.
Telenovelas:
Capítulos seriados con una sola temática.
Reality Show:
Colocan a los participantes en situaciones “reales” para observar su comportamiento, sin guión pero con una temática definida: aventuras, concurso artístico, competencia profesional, algunas de sus variantes son el talk show, dramality show (mezcla de drama y reality show) y talent show.
De actualidades.
Este tipo de programas depende en gran parte de la personalidad del conductor, locutor o animador que lo presenta y del interés que sea capaz de despertar en su auditorio.
4 Cuestiones económicas y sociales (ES)
Programas especiales que por su importancia mundial no pasan desapercibidos e irrumpen la programación cotidiana, como:
Actividades económicas:
Relaciones comerciales, operaciones bursátiles, taza de cambio.
Acciones bélicas:
Secuestros, atentados, guerras, detonaciones nucleares.
Fenómenos naturales:
Como erupciones, terremotos, tornados, tsunamis.
5 Actividades de naturaleza política y religiosa (NPR)
Son aquellos programas que transmiten acontecimientos de la vida pública, que por su relevancia afectan no sólo a la sociedad donde se generan.
De actos públicos:
Elecciones políticas, discursos, debates, mesas redondas y propaganda de partidos políticos.
De actos de fé:
Misas, sermones, celebraciones conmemoraciones, cualquier otro evento religioso.
6 Programas culturales y educativos (CE)
Por lo general, diseñados como apoyo para Preescolar, Primaria, Telesecundaria, Educación Superior, Postgrados, Diplomados y Cursos de Educación a distancia.
Programas de Apoyo Escolar:
Ciencia y tecnología; historia y sociedad; ecología; idiomas; educación y comunicación; salud y medicina y otros.
Programas de Cultura general:
Artes, costumbres y patrimonio cultural del mundo; artistas y pensadores; deportes; música y artes escénicas; películas y documentales; programas y series con fines educativos.
Programas de Educación Curricular:
Los cuales apoyan educación formal, están asesorados por un coordinador local o a distancia por una institución educativa para validad sus estudios.
Educación para la sociedad y Servicios a la comunidad:
Son programas de educación informal, es decir, no requieren de validez oficial.






























No hay comentarios:

Publicar un comentario